“Dando una sonrisa” en 1993

Fue el 24 de abril de 1993 la fecha que dio comienzo a una hermosa labor de evangelización cuando la Sra. María Esperanza Medrano de Bianchini fue invitada a los Estados Unidos de Norte América, lejos de su país de origen, a su primera presentación pública para compartir el mensaje que la Santísima Virgen le había dado bajo la advocación de María, Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones en Betania, Venezuela
El Sr. Geo Bianchini, la Sra. María Esperanza Medrano de Bianchini y la Hermana Margaret Sims frente al Convento San José. Framingham, Massachussets, EE.UU.
La iniciativa la tuvo la Hermana Margaret Sims, religiosa de San José de la Arquidiócesis de Boston, miembro de la antigua Medugorje Messengers actual Marian Messengers, y fundadora de Betania II en el estado de Massachussets, EE.UU. Una vez otorgado el permiso para la visita de la mensajera de la Virgen de Betania, la mano de Dios se vio a cada instante en detalles que llenaban el ambiente de su Divina Providencia.

La invitación fue para un fin de semana en retiro espiritual, Be Reconciled fue el nombre que le dieron al mismo y se llevaría a cabo en el Lowell Memorial Auditorium en compañía de destacados oradores como el Padre Slavko Barbaric de Medugorje, la Hermana Janja Boras, el Sr. Wayne Weible y la Sra. María Esperanza de Venezuela. La entrada de la Sra. María Esperanza, de su familia y miembros de la Fundación Betania fue inolvidable, llena de aplausos en un teatro lleno, hasta su máxima capacidad, de personas que se pusieron de pie.


Las actividades pautadas, además de los respectivos discursos, eran el rezo del santo Rosario, de la coronilla de la Divina Misericordia, de otras oraciones, y la celebración de la Santa Misa concelebrada por 22 sacerdotes incluyendo a Su Excelencia, el Obispo de Boston. En vista de que la directora de la Coral Betania, la Sra. María Auxiliadora Bianchini de León se encontraba presente, así como una pequeña representación de la misma, fueron invitados a participar con sus cantos en diversas ocasiones.
El noble franciscano, el Padre Slavko, fue el primero en dirigirse a la audiencia y entre otras ideas abordó algunas relacionadas con la aparición en Venezuela, manifestando: “Estamos viviendo en un mundo que necesita la reconciliación, pero parece que el mundo quiere tiempos peores, aún peores para entender dónde está la solución... Dios nos ha mandado a María, Reina de la Paz por muchos años y creemos que ella es nuestra esperanza en estos tiempos. Ahora, entre nosotros está María Esperanza y la advocación de Nuestra Señora Reconciliadora de los Pueblos... Les digo a todos: Necesitamos la reconciliación.”

La Sra. María Esperanza y su intérprete,
la Sra. Katheleen de Chebly,
en el Lowell’s Memorial Auditorium.
Lowell, Massachusetts, EE.UU.

Al momento de presentar a la Sra. María Esperanza, fue la hermana Margaret quien tomó la palabra, diciendo: “Cuando Nuestra Señora y el Señor le revelaron a María Esperanza que no trabajaría su santificación como religiosa, sino que se casaría y tendría siete hijos, (la mayoría está aquí), Dios, Nuestro Padre le reveló su plan acerca de la Tierra Prometida en Venezuela. Dios, el Padre también escogió a Geo Bianchini, y le he dicho muchas veces: Así como María tuvo a su San José, María Esperanza tiene a su Geo... La primera vez que vi a María Esperanza bajar por las escaleras de su casa tan afable, llena de paz y de amor me sentí simplemente abrumada... De María Esperanza es de quien escribí en mi libro que algunos de ustedes ya han leído... "Las apariciones de Betania"
La Sra. María Esperanza ofreció dos discursos maravillosos a los presentes durante el retiro, y los temas tratados tocaron las conciencias y los corazones de muchos de acuerdo a las impresiones recibidas. Entre otros puntos, acerca de que todo el pueblo de América del Norte cantaba a la Virgen esperando ante el portal del templo a que se abrieran las puertas para entrar todos en adoración a su Señor, que también debían preparase porque se avecinaban momentos difíciles por lo que era necesario convertirse de corazón para que los hermanos separados sintieran el aliento divino de Jesús, de la Madre y al Espíritu Santo soplando sobre todos. Ambos discursos concluyeron con su humilde bendición maternal.

La Sra. María Esperanza acogida por el pueblo hispano en la Iglesia San José el Trabajador. Lowell, Massachussets, EE.UU.
Entre las actividades, durante el traslado del auditórium hacia el hotel, centenares de personas se acercaban a la Sra. María Esperanza exponiéndole sus necesidades, pidiéndole su autógrafo y muchos, inclusive desde sus vehículos, le daban las gracias por haber ido y le manifestaban que la querían mucho. La Santísima Virgen tocó a muchos de esta manera y su intercesión valió para milagros de conversión y de sanación, entre ellos el más notable fue el de Ryan Hulick quien había nacido con espina bífida.

Una vez concluido el retiro, al día siguiente durante el último día en Massachussets, todo el grupo de Venezuela fue invitado al Convento de San José a un encuentro con las hermanitas (discurso); a la sede de Medugorje Messengers; a la tierra que la Sra. María Esperanza había visto en una visión desde Tampa, Florida donde sería construida Betania II, allí hizo una cruz sobre el suelo a unos metros de la entrada y luego de cavar se encontró con una piedra que parecía un pequeño cordero (discurso);
y a la Santa Misa en la Iglesia de San José el Trabajador donde el Padre Pablo la invitó a compartir sus experiencias con todos los feligreses entre aplausos y pancartas con hermosos pensamientos hacia la Virgen y hacia ella, al decir: “Que esta ocasión tan alegre de tener a esta vidente del Señor sea un estímulo para nuestra fe y que sea verdaderamente una bendición que permanezca en nuestros corazones y que se extienda a nuestras familias. María Esperanza, que el Señor te siga usando para gloria de su reino.” (discurso)

Tres meses después, la Sra. María Esperanza aceptó la invitación del Padre Heffernan que le hiciera a Canadá a través del Obispo, Mons. Lacey. Todo comenzó el 19 de julio de 1993 en Toronto con una rueda de prensa en el Queen of Peace Center en el que abordó de manera especial el tema del perdón. En los días consecutivos, la Sra. María Esperanza fue invitada a la Santa Misa a diversas Iglesias y al finalizar el Obispo y el Padre Heffernan la invitaban al altar para que se dirigiera a los feligreses que se agolpaban para escucharla y luego para hablarle personalmente. Como ocurrió en Massachussets, hubo presencia para el viaje a Canadá de otra pequeña representación de la Coral Betania la cual animada por el Padre Heffernan, amante de la música, amenizaba con sus cantos los actos litúrgicos. Algún tiempo después y en otras latitudes, el mencionado Obispo, Mons. Lacey fue tocado de manera especial por Jesús y la Santísima Virgen a través de la Sra. María Esperanza, quien le manifestó que quedaría curado de un cáncer de pulmón que padecía.
El magno evento en esta primera provincia visitada en Canadá fue en el Convocation Hall de la Universidad de Toronto. Fue allí donde se dio información sobre Betania y sobre la Sra. María Esperanza utilizando un material audiovisual preparado por los organizadores, enseguida invitaron a la Sra. María Esperanza al podium desde donde deleitó a todos con un sentido discurso, igualmente invitaron a varias de sus hijas quienes desarrollaron diversos temas muy interesantes.

Todo esto ocurrió después de que la Sra. María Esperanza, el Sr. Geo, el Padre Heffernan y la Sra. Kathy de Chebly pasaran por el Seminario Agustino, el cual se encuentra cerca de unos acantilados que la Sra. María Esperanza le había descrito al Padre por una visión que ella había tenido.

La Sra. María Esperanza y sus traductoras en el Convocation Hall de la Universidad de Toronto. Toronto, Canadá.
Una vez en Quebec, se visitó la Basílica de Nôtre Dame, el Oratorio de San José y en la noche hubo la celebración de la Santa Misa en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, el canto de la pequeña coral y un hermoso mensaje por parte de la Sra. María Esperanza a los presentes. Al día siguiente, fue publicado un artículo muy interesante acerca de la visita de la mensajera de la Virgen en el periódico Le Journal de Montreal.

Un día más tarde, la última invitación a la Santa Misa fue en la Iglesia del Sagrado Corazón. Después, la Sra. María Esperanza dirigió unas palabras bellísimas a los presentes y al momento de dar su acostumbrada bendición maternal se desmayaron varias personas, siendo todo ello muy conmovedor.

El Padre Heffernan, la Sra. María Esperanza
y el Sr. Geo Bianchini frente en la Basílica de
Nôtre Dame. Montreal Canadá.


La Sra. María Esperanza dirigiéndose a los feligreses en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe. Montreal, Canadá.

La Coral Betania junto a la Hermana Margaret Sims durante la entrega de reconocimientos en el Lowell’s Memorial Auditorium. Lowell, Massachusetts, EE.UU.
Y así como comenzó el año, éste culminó con otro hermoso retiro espiritual en Lowell, Massachussets en Estados Unidos nuevamente auspiciado por la hermana Margaret Sims como representante de Medugorje Messengers. Esta vez invitaron a una gran parte de los integrantes de la Coral Betania con el fin de que ofreciera un concierto al público presente durante el retiro, el cual fue llamado: Una experiencia de retiro: Betania, Venezuela.

El viernes 17 de septiembre se dio lugar al evento de apertura con la Santa Misa y la hora de adoración en la Iglesia San José el Trabajador, presidida por el Padre Timothy Deeter.
Fue para el mes de septiembre cuando se coronaron las dos misiones evangelizadoras con las que se concluyó el peregrinar internacional del año 1993.

La primera visita fue a Pensilvania, específicamente a Evans City, ya que el Sr. Tomás Rutkosky organizó junto a los miembros de Gospa Missions un retiro al que llamó: Un día de sanación con María Esperanza.

El día alrededor del cual giró la misión fue el sábado 4 de septiembre en la hacienda del Sr. Rutkosky. Allí, la Sra. María Esperanza se entrevistó con el Obispo, Mons. Donald Wuerl.
Luego, hubo la procesión del Santísimo Sacramento del Altar que siguió con la celebración de la Santa Misa oficiada por el Padre Ken Oldenski. Seguidamente, presentaron a los miembros de la familia Bianchini-Medrano que habían asistido. Después, invitaron a la Sra. María Esperanza a dar un primer discurso el cual estuvo lleno de amor y de consejos. Hubo un almuerzo y se recorrieron las Estaciones del Vía Crucis para concluir con el testimonio de Jesús León, la participación de la pequeña Coral, y como un regalo para los niños, le pidieron a la Sra. María Esperanza que le dirigiera unas palabras a ellos. Al día siguiente, invitaron al Sr. Carlos Marrero y al Sr. Jesús León, yernos de la Sra. María Esperanza, a un programa radial para que dieran testimonio acerca de sus experiencias en Betania junto a ella.
Antes se había visitado Betania II para ver por última vez, previo a ser demolida, la casa verde que sirvió de punto de referencia para reconocer la tierra destinada por la Divina Providencia para la obra de la Hermana Margaret, como la Sra. María Esperanza había señalado. Entre el sábado y el domingo hubo oración; la Santa Misa; cantos; entrega de placas de reconocimiento; una muestra de diapositivas que reflejaba bellos episodios de la vida de la Sra. María Esperanza, descritos por el Sr. Carlos Marrero y la Sra. Aída de Pérez; y hermosas reflexiones de personalidades como: el Padre Edward McDonough, el Padre Timothy Deeter, el Sr. Michael Brown, la Hermana Margaret Sims, la Sra. María Esperanza (discurso), el Sr. Geo Bianchini y todos los hijos de la familia Bianchini-Medrano.

Siendo la Eucaristía el centro de la vida espiritual de la Sra. María Esperanza, fue invitada a Long Island, Nueva York a la Iglesia de San Pablo para alimentarse con el banquete celestial y para dirigirle a los fieles palabras de amor y de consuelo.

Así culminó un año inolvidable en muchos sentidos en el que los nuevos embajadores de la Santísima Virgen conquistaron muchas almas para Dios a través del amor o tan sólo “dando una sonrisa”.
Un milagro en esta ocasión estuvo relacionado con lo anterior, el Seminario iba a ser cerrado por falta de vocaciones sacerdotales; sin embargo, después de la conferencia y de la invitación que hiciera la Sra. María Esperanza a atender el llamado que Dios le hacía de manera especial a los jóvenes, el número de vocaciones que surgió justificó el hecho de mantener el Seminario en funcionamiento.
Después de largas horas de conversación y una vez en el autobús dispuestos a partir, la Sra. María Esperanza se bajó ante la petición de la multitud y luego de presentarse espiritualmente Jesús y su Madre, la Sra. María Esperanza volvió a dar la bendición para finalmente partir culminando así otra hermosa misión en otro gran país.
Reseña histórica de los viajes de la Sra. María Esperanza
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